Hemos querido contribuir a la reflexión colectiva mediante la reconstrucción de la historia reciente del feminismo chileno, permitiéndonos, de esta forma, entender su situación actual a partir de nuestro pasado. Hemos buscado, también, oír las voces de sus protagonistas, dando cuenta que, a pesar del carácter heterogéneo, difuso y a menudo fragmentario del accionar feminista en la postransición, persiste una identidad. Identidad construida —no dada— a través de procesos de reflexión, de autoconciencia y de una significativa voluntad de cambio. Identidad que sigue expresando la adhesión a un conjunto de ideales, la pertenencia a una colectividad y, sobre todo, un anhelo de transformación social. Identidad que refleja un deseo de futuro, que permite seguir imaginando cursos de acción para construir relaciones sociales libres de determinaciones y discriminaciones de género. Deseo de futuro que se resiste a un nuevo silencio.
Esta es la historia del movimiento feminista chileno en los noventa.
